¿Por qué estás continuamente a mi lado,
si muchas veces me he portado mal contigo?
Y en todos mis resbalones,
me has perdonado, como si nada hubiese ocurrido.
Logramos dominar las batallas de tus reservas.
Cambiaste de vos un todo.
Así y todo creo que no te merezco.
Es cuantioso lo que te amo,
y lo que eternamente estás a mi lado.
En una de nuestras riñas,
prometí apostar todo de mi,
para salir adelante,
y vencer la batalla,
de mi cuerpo que de a poco está agonizando.
¿Por qué aún continúas conmigo?
Cuando se que obtendrías llegar a descubrir
un nuevo amor, que te haga feliz,
y no posea dificultades.
¿Por qué te aferras tanto a mí?
¿Es tanto el amor que sientes?
¿O retornaste a tu silencio,
para no expresarme que la compasión te envuelve?
En cada paso que doy, de mi mano siempre vas.
Y yo no quiero condenarte,
a que me veas partir.
Sólo pretendo que seas feliz.
¿Qué innové para que tanto me amaras?
Y no aspires buscar la felicidad en otro lado.
La que yo en estos momentos no te puedo estar prometiendo.
Se que nos empuñamos a la esperanza,
que pronto salga adelante.
¿Y si no es así?
No deseo que te prives de vivir.
Sabes que vivo día a día,
para no desperdiciarme de nada,
y llevarme el mejor de los recuerdos.
¿Por qué nos amamos tanto?
Con tanto dolor de por medio,
tantas piedras en el camino.
Si no sabemos si aún tenemos juntos un destino.
¡Poseo tantos porque para hacerle al Todopoderoso!
Que presumo que pronto encontraré la respuesta.
Mientras tanto me acorralaré cobijada bajos tus brazos,
que son los que me resguardan y no me sueltan.
¿Por qué?
¿Por qué te amo tanto si aún te estoy lastimando?
¿Por qué me amas tanto?
Si casi nada te estoy brindando.
Sonia Viviana Lacanette.
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