Corazón que llora, por muestra pide.
Su sonrisa, se esfumó cual la brisa,
y de sus labios se desdibujó.
No hace mucho que ya despojó vuelo,
fue a vagar vaya saber cual sendero.
Mi alma tal omnipotente razona,
al concebir que nada puedo hacer.
Una vez más tomo fuerza y coraje,
por una mueca poder arrancarle.
Verlo dar alegría por doquier,
así tal cual es su forma de ser.
Mientras él camina por esa vida
yo permanezco sola con la mía.
Caminamos tomados de la mano.
El por un recorrido va cual yo,
desde el otro lado de la frontera.
La amistad es eso que nos empalma.
Y hoy en tanto él se llena de tristeza,
mi esencia ya se desgarró con pena.
Por sentir que ya nada puedo hacer,
y que mis consuelos ya no conquistan.
Los retumbos y ecos de mis palabras,
no adquieren motivarlo a resurgir.
Sólo el tiempo resolverá, y sólo él
cuando torne aquella mueca a sus labios.
Una vez más perciba ese fulgor,
el mismo que late en su corazón.
Si regresa de nuevo a palpitar.
En ese preciso instante será,
cuando ya mi alma deje de sufrir.
Sonia. Viviana. Lacanette.
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