NUESTROS SUEÑOS.

Te esperé recostada en la espera.
De aquellos médanos, en los cuales,
acordamos encontrarnos.

Ya tenía nuestro lecho improvisado,
por una lona, y unas velas que
alumbraran tu camino hacia mi.

Con tus pasos sigilosos,
te aproximaste.
Y nos fundimos en la gloria,
tu encanto, se complementó en mi nido.

La esencia de tus pensamientos,
despojaron la explosión de tu sortilegio.
Vos eras el sol,
Y yo el girasol.

A la gloria, juntos llegamos,
la devoción de tus huellas en mí.
Quedaron marcadas en lo más íntimo de mi ser.

¡Al fin nuestros ensueños se estaban consumando!
No pronunciamos, palabra alguna.
Nos bastaba el entendimiento de nuestras miradas.
Que plasmaban todo lo que estaba aconteciendo.

Nos despedimos, sin promesas.
Nuestros sueños, se habían cumplido.
Ansiando otra nueva espera.
En aquellos médanos,
que fueron los únicos espectadores,
de ese amor imprevisto.


Sonia. Viviana. Lacanette.
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