viernes, 26 de septiembre de 2008

A MI HIJA.





Estás creciendo chiquita,

que hermosa te pones día a día.

Nueve largos meses,

esperé para ver tu cuerpito,

suave como el algodón.

No sabes, que inmensa fue mi alegría;

cuando al fin pude escucharte,

desde dentro de mi vientre;

los latidos de tu corazón.


Recuerdo cuando pegabas esas dulces pataditas;

y cómo era mi emoción al hacerte sentir;

al saber que en poco tiempo vendrías.

La dicha más grande tuve,

cuando me enteré de tu presencia en mi ser.



Comencé a imaginarte...

Dentro de castillos de colores,

con una sonrisa, y cantándote las primeras canciones.

Aunque aún no habías llegado,

te hablaba con palabras de madre,

y te arrullaba en mi corazón.



Veía como se movía mi vientre,

cuando te querías acomodar;

y cómo dulcemente te podías tranquilizar...

Al sentir mis caricias,

cuando te sentía muy inquieta...



Es cierto a veces me deprimía,

por una tontería, por verme fea o gorda;

o ver que ya no existía mi silueta.

Pero me calmaba, cuando te volvías a acomodar,

porque sabía que conmigo muy pronto ibas a estar...



No me importaba verme fea

Sólo era una angustia que yo ponía de excusa...

Porque era inmensa mi ansiedad.



Al principio pensé,

que el tiempo rápido iba a pasar.

Pero al ver que el tiempo pasaba

y tú conmigo todavía no estabas,

comenzaba a desesperar.

Los últimos días fueron terribles,

viví mucho nerviosismo,

el doctor había dicho...que ya pronto llegarías.



...¡Y llegaste,mi amor!

Llegaste para un hermoso día de reyes,

fuiste mi regalo más preciado,

sos el tesoro más deseado.

Lloré con profunda alegría,

cuando una enfermera me dejó,

al fin en tu dulce compañía.

Y ahí tuvimos nuestro primer contacto,

como yo siempre lo había soñado...



Mi primera caricia, para vos,

mis primeros besos, la primera vez que te amamanté;

la primera vez que juntas estuvimos.

Ansiando tanto conocerte,

y al fin estabas en cuerpo presente.



Mi dulce y querida niña.

Recuerdo tu primer mamá,

y como me mirabas, sabiendo que yo ahí siempre estaba.

Tus primeros pasos,

Tus primeros besos...

...y ahora hija mía,

que cada vez más vas creciendo,

quiero contarte lo que siento.



Aunque todavía no me entiendas.

somos cómplices en nuestras miradas,

y esas travesuras que quizás juntas hacemos...

A veces desearía que un poco más grande fueras,

para esta situación que nos tocó vivir.

Todavía no puedo explicarte,

porque muy pequeña eres aún.

Pero sé que en muy poco tiempo,

podremos hablar; y quizás me comprendas...

...el porqué de todo esto.



Si algún daño te estoy haciendo,

haré todo lo posible para poder remediarlo,

aunque sé que me entenderás.

Porque estoy segura de lo bien que nos vamos a llevar,

y estoy segura que dentro de poco,

volveremos como antes...

...a estar siempre juntas,

y nada ni nadie, nos va a volver a separar...



Estás creciendo; mi dulce chiquita,

que hermosa te pones día a día.

Sé que serás la mejor hija del mundo.

Porque juntas lucharemos,

por salir adelante con la vida,

y que ambas hemos de vivir...

...y dejaremos de sufrir.



Sé que cuando comiences a conocer la vida,

quizás tengas miedo, de dar un paso adelante...

Pero siempre estaré presente,

en todo lo que yo pueda ayudarte.

Pronto estaremos juntas de nuevo,

y verás que todo será distinto,

llegará enseguida ese momento

y aprenderemos a conocernos mejor.



Sólo resta decirte,

que estoy diciendo, todo lo que siento.

Cuando seas más grande,

y algún día leas lo que yo aquí escribo...

comprenderás el porqué de todo esto.



Una cosa más sólo te pido,

perdóname si algún mal te he hecho.



Te quiero y amo con toda el alma;

hija y adorada niña.

Esto es sólo una muestra de todo lo que yo siento...

¡Compartamos juntas la vida,

y aquellas dulces melodías,

que siempre compartimos juntas,

desde el día en que en mi vientre estuviste!

Desde el primer día...

Entendeme amor de mis entrañas.

Y quereme como yo te quiero.



MAMÁ.


Sonia Viviana Lacanette.
Copyright
Código de registro 0804090570883


1 comentario:

Floria Carras dijo...

cuantos pensamientos nos acompañan, cuando está dentro de nuestro cuerpo el misterio de la vida,maravilloso la comunicación íntima de madre a hija.

Mi nombre es Sonia Viviana Lacanette. Un especial agradecimiento a Juan Cruz Acosta por su ayuda en el blog, otro Gran Joven Poeta.